miércoles, 23 de febrero de 2011

Yo no soy feminista.

¿Y cómo podría serlo si soy mamá de niños?

Pero ésto viene de más atrás, nunca he sido feminista en el sentido exagerado y exasperante en el que lo son algunas. Tampoco soy machista, cabe aclarar.

Ante los ojos de Dios, todos tenemos el mismo valor, y como ser humano yo creo realmente que también, nadie puede ser mejor que otro sólo por su sexo.

Creo que hombres y mujeres debemos tener los mismos derechos (y obligaciones, en estos tiempos todos hablan de sus derechos y nadie de sus obligaciones) ante la ley, ante la vida, tener acceso a las mismas oportunidades, tener el mismo valor ante los demás. Pero es cierto que, siendo iguales, somos diferentes afortunadamente. También creo que dentro de las características físicas y mentales que tenemos de acuerdo a nuestro sexo, cada individuo tiene sus propios talentos, sus gustos y forma de ser, y gracias a toda esta diversidad es que podemos funcionar como sociedad.

No es posible pensar que alguien, sólo por ser mujer, es mejor que un hombre sólo por ser hombre... Ahora que tan de moda está lo de la equidad de género, me asusta pensar en que haya mujeres en puestos públicos o directivos sólo por ser mujeres, para cubrir la cuota, por el qué dirán, el puesto debe ser de quien sea el mejor candidato para el mismo por su experiencia, sus conocimientos, sus habilidades, no por su sexo. Y eso sí, con el mismo sueldo y las mismas responsabilidades en un caso que en el otro.

¡De ninguna manera puedo decir a mis hijos que las mujeres son mejores que ellos o merecen más sólo por serlo!

No cabe duda que muchas mujeres han luchado por nuestros derechos, y es algo que tenía que hacerse y se agradece, pero no hay que llegar al otro extremo. Hay que conseguir igualdad de trato, de oportunidades, de derechos, de reconocimiento, mas no por eso menospreciar al hombre.

Me parecen odiosos los anuncios del Inegi que con el último censo somos no sé cuantas mujeres más que hombres en México (no es novedad) y el tono que les dan como si eso fuera un logro de alguien, como si fuera algo para celebrar... la naturaleza es así, siempre lo ha sido por alguna extraña razón, y finalmente, ¿qué más da?

Este país siempre ha sido machista, cosa que curiosamente, las mujeres han fomentado durante años dando una educación diferente a las niñas que a los niños, a nosotras nos toca cambiar esto, pero no llevarlo al opuesto.

La sociedad nos necesita a todos, hombres y mujeres, trabajando juntos. Hombro con hombro, sumando, complementándonos en todos los sentidos, respetando al otro y reconociendo a quien hace bien las cosas, sea hombre o mujer.

A mí, me encanta ser mujer, y me encanta ser mamá de hombres.

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